HISTORIA DE LA VACA Y EL PRECIPICIO

By LPT - febrero 10, 2020


Un sabio maestro paseaba por un bosque con su fiel discípulo, a lo lejos vieron un poblado de apariencia pobre y decidieron hacer una visita al lugar. Durante la caminata el maestro habló de la importancia de las visitas, así como de conocer a personas nuevas y diferentes. Según el maestro estas experiencias brindaban excelentes oportunidades de aprendizaje. Al llegar al poblado, comprobaron la pobreza del lugar y vieron que entre sus habitantes se encontraba un matrimonio con sus tres hijos que vivían en una humilde casa de madera. Estaban vestidos con ropas sucias, rasgadas, y no tenían calzado. Entonces, el sabio se aproximo al padre de familia y le pregunto: -Si en este lugar no hay trabajo, ni comercio,¿como hacen usted y su familia para sobrevivir aquí? El señor, calmadamente, le respondió: -Nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o la cambiamos por otros alimentos en el pueblo vecino y con la otra parte producimos quesos para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo. El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, se despidió y se fueron. En medio del camino, se dirigió hacia su discípulo y le ordenó: -Busca la vaquita, llévala hasta el precipicio y empújala al barranco. El joven espantado, observo al maestro y le recordó que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Pero como el sabio no respondió ni una palabra, se fue a cumplir la orden. La escena de la vaquita cayendo por el precipicio, quedo grabada en la memoria de aquel joven durante años.
Un día, el joven decidió dejar a su maestro y regresó a aquel lugar para pedir perdón a la familia y ayudarlos. Así lo hizo y a medida que se aproximaba al sitio comenzó a ver que la casa de aquella familia estaba muy cambiada. Tenía flores y árboles frutales, había un lujoso automóvil en el garaje de la elegante casa y algunos niños jugaban en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado al pensar que aquella humilde familia tuvo que vender el terreno para sobrevivir. Aceleró el paso y al llegar fue recibido por un amable señor. El joven le preguntó por una familia que vivía allí hacia unos cuatro años y el señor le respondió que seguían viviendo allí. Asombrado, el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que había visitado con su maestro.
-¿Como hizo para mejorar este lugar y cambiar de estilo de vida? Le pregunto al dueño.
El señor entusiasmado le respondió: -Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos. Así es como alcanzamos el éxito que sus ojos pueden ver ahora.
Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona las cosas básicas para nuestra existencia, pero que también nos hace dependientes de ese pequeño mundo que se reduce a lo que nuestra "vaquita" nos proporciona. 
La enseñanza es:
"Si algún día te avisan de que tu vaquita se cayó por el precipicio, no temas, ese es el principio de una nueva y floreciente etapa en tu vida. Y si no, recuerda que tu mismo puedes darle un empujoncito".


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